PROPÓSITO DE NUESTRO PROGRAMA

GENERAR UN ESPACIO DE AUTOANÁLISIS, REFELXIÓN, TERAPIA Y CATARSIS A QUIENES ARAVIESAN POR SITUACIONES PROBLEMÁTICAS MUY PARTICULARES Y PRESENTAN DIFICULTAD PARA CONFIAR EN ALGUIEN SUS NECESIDADES PARA ENCONTRAR UNA SOLUCIÓN A LO QUE LE SUCEDE.

miércoles, 25 de enero de 2012

MI HISTORIA PERSONAL


“MI HISTORIA PERSONAL”

     Mi nombre es Elba Alicia : nací en diciembre de 1961 en el ejido Boquillas del Refugio; tenía un poco más de un año cuando mis padres se separaron y mi hermana y yo llegamos a vivir con mi abuela paterna; una mujer mayor que era comerciante y que viajaba mucho a la ciudad de Parras a traer las cosas que vendía. Así fui creciendo sin asistir regularmente a la escuela pues siempre andábamos en Parras o en San Pedro. Yo siempre veía cómo todos los niños asistían a la escuela y yo no. Y eso me entristecía mucho pues a mí me gustaba mucho asistir a clases con la maestra Lupita Trillo así que cuando estaba aquí en el ejido me negaba a ir a Parras y me quedaba para ir a la escuela solamente que esto era poco pues luego teníamos que partir para San Pedro y allá en San Pedro tampoco iba a la escuela, así pasaron los primeros años de mi vida peleando con gente adulta porque no puedo comprender que siendo yo una niña de 6 ó 7 años quisieran propasarse conmigo y esto me hizo muy rebelde y siempre defendía a mi hermana y a mi prima nunca permití que les hicieran daño pues siempre me caractericé por ser muy brava defendiendo a mí misma y a mis amigas pues siempre que jugaba había alguien que nos molestaba, mis tías hermanas de mi padre siempre estaban diciéndole a mi abuela que nos entregara que no tenía por que batallar con chiquillas groseras y mal educadas que nos entregara con mi papá, pero a pesar de todo éramos chiquillas felices fuera de lo normal pues mi abuela siempre decía que nos iba a llevar a desconjurar con el padre que si éramos personas íbamos a vivir y si éramos diablos ahí mismo íbamos a tronar.
     A los 12 años era la enfermera de mi abuela pues le dio un embolio y quedó paralítica y yo la batallaba como yo podía pues duró en la cama como 5 años sin hablar y sin poder moverse pero venció la enfermedad y se volvió a levantar.
     A los 13 años me casé no se ni como pues todavía firmé el acta  de matrimonio y no sabía lo que hacía pues mi suegro pagó dinero y el juez ni acta de nacimiento pidió ahora pienso que a lo mejor ni estoy casada.
     Aquí empiezo otra etapa de mi vida pues llego a vivir con la familia de mi esposo una familia numerosa como 16 ó 17 personas todas juntas vivían compartiendo los trabajos domésticos y soportando un suegro regañón y muy metiche que siempre estaba regañando a todas las nueras porque nadie le tenía que contestar; su palabra era ley, yo fui la única que me atreví a contestarle y ponerlo en su lugar, lo cual me generó mucha mala voluntad pues siempre me tenía por una bocona y no desperdiciaba momento para pelear conmigo.
     A mis 15 años tuve mi primer hijo no se me permitió que me atendieran en un hospital sino con una partera aquí en el rancho, por lo cual no lo pude tener bien y el niño murió, yo quedé muy mal y todavía no lo puedo superar cuando lo recuerdo me siento culpable porque no pude hacer algo por él, duró 4 días vivo y no lo atendió ningún médico ni nadie movió un dedo por él, yo estaba muy mal y no se cómo no me morí yo también.
     Al siguiente año nació otro niño al cual yo quería con toda mi alma pero su estancia fue muy corta y a los 10 años de edad también murió; esto fue tan doloroso que me sumí en una depresión tan grande que no tenía ganas ni de vivir pero tenía 2 niños más pequeños y tenía que seguir adelante con mi vida llena de dolor. A los 2 años de la pérdida de este niño nació una niña que yo creo que Dios me mandó para consuelo nuestro porque era tan pequeña que ya comprendía mi tristeza tenía año y medio de edad y me decía, madre no estés triste aquí estoy yo y señalaba con su dedito lo cual me hacía reflexionar que siendo tan pequeña supiera que yo estaba triste.
     Pasó el tiempo y un día mi hijo me dice que iba a participar en la Olimpiada del Conocimiento y tenía que presentar un número de música regional y tenía que ayudarlo en los ensayos y yo que ni siquiera música podía escuchar pero con las ganas de que mi hijo participara me puse a ensayar con él Parras Paila y con esta música empecé a poder escuchar música y por suerte mi hijo ganó el primer lugar en la Olimpiada del Conocimiento nivel zona 1995 – 1996.
     Ahora que veo el trofeo pienso que también es triunfo mío pues gracias a ese evento empecé a salir de mi depresión.
     Ha pasado el tiempo mis hijos están a punto de terminar una carrera dos de ellos y el otro ya trabaja como maestro y yo todavía estoy participando en la escuela de aquí del ejido por 2 niños que tengo que son mis sobrinos y que viven conmigo y mi esposo desde que eran pequeñitos y tengo la ilusión de verlos convertidos en gente de bien y cuando yo tenga         que rendir cuentas podré decir he cumplido.

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