EL ARBOL DE
NAVIDAD
Va
adquiriendo popularidad la costumbre de colocar pinos en los hogares durante
las fiestas de navidad, de su origen hay versiones distintas y leyendas
diferentes.
Cuenta una leyenda que la costumbre de los
pinos en la navidad parte de Alemania y según la misma fue Lutero quien en 1570
colocó velas a un pino con el objeto de
simbolizar las estrellas brillantes de los días fríos del invierno.
Otros afirman que la costumbre de poner
los pinos en estas fechas parte de Alemania y cuentan otra leyenda.
Cierta noche “El Niño Jesús” bajo la forma
de un niño pálido, delgado y mal vestido; llega a una cabaña de un humilde
labrador situada a la orilla del bosque, fue recibido con júbilo por sus
moradores y atendido en la mejor forma. A la mañana siguiente les dio
dulcemente las gracias y antes de marcharse cortó una rama de pino y la plantó
en la fértil tierra, prometiendo que les traería eternamente: paz, alegría y
buena venturanza.
Los ancianos cuentan que en el invierno
los teutones efectuaban una solemne ceremonia al pie de un gran árbol y allí en
lo más siniestro de la floresta sacrificaban a un niño varón bajo lo más oscuro
del follaje.
En el siglo VIII el evangelizador de los
bárbaros frisios, San Bonifacio, quien después habría de sufrir cruel martirio
a manos de los nórdicos logró que en lugar de ofrendar un sacrificio humano al
árbol, éste fuese cortado y llevado al hogar para celebrar los primitivos ritos
de fertilidad, junto con los niños, quienes rodeaban al agasajado y le ofrecían
golosinas y regalos. Es por esto que se sigue acostumbrando poner regalos y
juguetes al pie del pino de navidad.
Relacionados con el árbol existieron
ciertos juegos como: “El palo encebado”. El poste con cintas rojas se usa para ciertas
festividades, y es el mismo poste con punta giratoria que se usa para ciertas
festividades y que usan en México los Voladores de Papantla; por cierto que
este último se refiere al viejo mito prehispánico común a muchos otros pueblos
paganos, de que hay un árbol gigantesco que sostiene el universo y que de él
dependen el vuelo de los astros, el retorno de las estaciones, la regularidad
de los procesos naturales y el equilibrio mismo del mundo.
Las luces de los pinos son una referencia
al árbol cósmico que ya mencionamos, el gran eje del mundo de donde dependen
todas las estrellas y planetas. Se cree que prendiendo luces en los pinos se
ayuda un poco al sol que por ser invierno su luz es débil.
A pesar de lo que hemos mencionando
anteriormente los viejos amantes de guardar con celo las tradiciones y que van
pasando de generación en generación sus costumbres más importantes; cuentan que
el pino de navidad tiene su origen en los esforzados luchadores navegantes
llamados “vikingos” quienes cuando el año dejaba sentir sus últimos suspiros,
emitían fervorosas súplicas a sus dioses, rogando que les diera aquello que más
apetecían, colgando en los pinos: pieles, ropas pero principalmente escudos,
espadas, cascos que al reflejar la luz daban un aspecto hermoso y brillante
semejante a nuestros árboles de navidad.
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