PROPÓSITO DE NUESTRO PROGRAMA

GENERAR UN ESPACIO DE AUTOANÁLISIS, REFELXIÓN, TERAPIA Y CATARSIS A QUIENES ARAVIESAN POR SITUACIONES PROBLEMÁTICAS MUY PARTICULARES Y PRESENTAN DIFICULTAD PARA CONFIAR EN ALGUIEN SUS NECESIDADES PARA ENCONTRAR UNA SOLUCIÓN A LO QUE LE SUCEDE.

miércoles, 25 de enero de 2012

DESPRECIADOS POR HUERFANOS


DESPRECIADOS POR HUERFANOS.

      Quiero enviarles esta historia porque me parece interesante.
     La historia aunque encierra la vida de cinco personajes dos de ellos sobresalen por la época vivida. Sucede que cuatro de estos personajes son hermanos y el otro es su papá.
     Los conocí por ahí en mis andares laborando como maestra rural; les diré sus nombres: el papá Abelardo, la joven Azucena, el hermano mayor Benito, Pedro el otro hermano y Ernesto el más pequeño.
     Según me contaron los habitantes del lugar; la vida de estas personas es un tanto triste porque se enmarca entre la desdicha de haber quedado huérfanos desde su muy corta infancia y no solamente carecieron de su madre quien pasó a mejor vida, sino también hasta del aprecio de las maestras que en aquellos años atendían la escuela; quienes desafortunadamente los discriminaban por la condición en la que vivían.
     Muy pequeños los cuatro hermanos quedaron bajo el cuidado de su padre, después de la muerte de su madre, el papá hacía lo que podía por atenderlos según me platican, pues siendo campesino como todas las personas de la comunidad su principal ocupación era irse al monte a recolectar la lechuguilla para luego tallarla para extraer el ixtle y con la venta del mismo procurarle alimento a sus cuatro hijos.
     La falta de la madre que atendiera a estos cuatro huérfanos propició que anduvieran descuidados en su persona pues particularmente el más pequeño generalmente andaba muy sucio de su cuerpo y de su ropa; lo cual ocasionaba el rechazo de las personas que aunque se compadecían de ellos era solamente de palabra pues no los apoyaban de ninguna otra manera.
     Cuando Don Abelardo salía al campo por las mañanas a recolectar la lechuguilla, ponía el jarro de frijoles en la lumbre y dejaba a Pedro y a Ernesto que eran los más pequeños a que cuidaran su cocimiento pues sería prácticamente el único alimento que podía darles. Quedar al cuidado de que los frijoles tuvieran buen cocimiento era pretexto para que Pedro y Ernesto no fueran a la escuela, además de que sentían el rechazo, los desaires y la falta de atención de las maestras y eso les hacía menos atractivo el estudio.
     Los años fueron pasando y estos niños no lograban pasar de primer grado pues no sabían leer ni escribir y se veían demasiado desmotivados para ir a la escuela de tal suerte que ya contando con 9 y 10 años aproximadamente; seguían inscritos en la escuela pero sin aprender y sí notándose en ellos particularmente en Pedro que era el más grande de los dos, una inquietud por no adaptarse con sus compañeritos pues él ya se sentía y era más grande que el resto y aunque no aprendía en la escuela sí se le notaba inteligencia y creatividad en algunas cosas.
     El tiempo fue pasando y entre faltar un día a clases y otro también; sucedió que cierta ocasión llegó un nuevo maestro a la escuela; los habitantes del ejido me platican que ellos y los propios niños notaron la atención que ahora recibían, que era muy diferente, pues el maestro empezó a hacer algunas campañas en la escuela y la comunidad pero particularmente mostraba aprecio por todos los niños sin discriminación incluyendo en su afecto a Pedro y a Ernesto.
     Dicen algunas personas que el maestro viendo que estos niños eran demasiado pobres los dotó de material escolar pero sobre todo de afecto, que era lo que más necesitaban y empezó a atenderlos con dedicación y respeto. Todo esto le ganó al maestro el cariño de los niños pues ahora atendidos con mayor responsabilidad empezaban a mejorar en sus estudios aunque con atraso pero iban aprendiendo.
     Con la llegada del maestro la vida de Pedro y Ernesto cambió, ahora sentían el afecto de alguien que sin conocerlos les brindaba atención y cariño y aunque Pedro era muy inquieto siempre respetó y obedeció a su maestro.
     Durante el tiempo que el maestro trabajó en esta comunidad Pedro y Ernesto fueron bien atendidos, apreciados y valorados y pudieron aprender un poco más, pero el maestro, como sucede con muchos de nosotros fue cambiado a otra escuela y se sintió su partida pues se había ganado el aprecio de todas las personas principalmente de los niños y en particular de Pedro y Ernesto.
     Ahora Pedro y Ernesto son adultos, ya cuentan con su propia familia y se siguen escuchando comentarios que ambos hacen en relación al maestro que supo darles afecto y según me cuentan por cuestiones del destino un día el maestro visitó el rancho y se encontró con Pedro quien siendo un joven sincero le dijo: “Maestro si no hubiera sido por usted nosotros no hubiéramos aprendido a leer y escribir”.
    



Atentamente.

María.

MI HISTORIA PERSONAL


“MI HISTORIA PERSONAL”

     Mi nombre es Elba Alicia : nací en diciembre de 1961 en el ejido Boquillas del Refugio; tenía un poco más de un año cuando mis padres se separaron y mi hermana y yo llegamos a vivir con mi abuela paterna; una mujer mayor que era comerciante y que viajaba mucho a la ciudad de Parras a traer las cosas que vendía. Así fui creciendo sin asistir regularmente a la escuela pues siempre andábamos en Parras o en San Pedro. Yo siempre veía cómo todos los niños asistían a la escuela y yo no. Y eso me entristecía mucho pues a mí me gustaba mucho asistir a clases con la maestra Lupita Trillo así que cuando estaba aquí en el ejido me negaba a ir a Parras y me quedaba para ir a la escuela solamente que esto era poco pues luego teníamos que partir para San Pedro y allá en San Pedro tampoco iba a la escuela, así pasaron los primeros años de mi vida peleando con gente adulta porque no puedo comprender que siendo yo una niña de 6 ó 7 años quisieran propasarse conmigo y esto me hizo muy rebelde y siempre defendía a mi hermana y a mi prima nunca permití que les hicieran daño pues siempre me caractericé por ser muy brava defendiendo a mí misma y a mis amigas pues siempre que jugaba había alguien que nos molestaba, mis tías hermanas de mi padre siempre estaban diciéndole a mi abuela que nos entregara que no tenía por que batallar con chiquillas groseras y mal educadas que nos entregara con mi papá, pero a pesar de todo éramos chiquillas felices fuera de lo normal pues mi abuela siempre decía que nos iba a llevar a desconjurar con el padre que si éramos personas íbamos a vivir y si éramos diablos ahí mismo íbamos a tronar.
     A los 12 años era la enfermera de mi abuela pues le dio un embolio y quedó paralítica y yo la batallaba como yo podía pues duró en la cama como 5 años sin hablar y sin poder moverse pero venció la enfermedad y se volvió a levantar.
     A los 13 años me casé no se ni como pues todavía firmé el acta  de matrimonio y no sabía lo que hacía pues mi suegro pagó dinero y el juez ni acta de nacimiento pidió ahora pienso que a lo mejor ni estoy casada.
     Aquí empiezo otra etapa de mi vida pues llego a vivir con la familia de mi esposo una familia numerosa como 16 ó 17 personas todas juntas vivían compartiendo los trabajos domésticos y soportando un suegro regañón y muy metiche que siempre estaba regañando a todas las nueras porque nadie le tenía que contestar; su palabra era ley, yo fui la única que me atreví a contestarle y ponerlo en su lugar, lo cual me generó mucha mala voluntad pues siempre me tenía por una bocona y no desperdiciaba momento para pelear conmigo.
     A mis 15 años tuve mi primer hijo no se me permitió que me atendieran en un hospital sino con una partera aquí en el rancho, por lo cual no lo pude tener bien y el niño murió, yo quedé muy mal y todavía no lo puedo superar cuando lo recuerdo me siento culpable porque no pude hacer algo por él, duró 4 días vivo y no lo atendió ningún médico ni nadie movió un dedo por él, yo estaba muy mal y no se cómo no me morí yo también.
     Al siguiente año nació otro niño al cual yo quería con toda mi alma pero su estancia fue muy corta y a los 10 años de edad también murió; esto fue tan doloroso que me sumí en una depresión tan grande que no tenía ganas ni de vivir pero tenía 2 niños más pequeños y tenía que seguir adelante con mi vida llena de dolor. A los 2 años de la pérdida de este niño nació una niña que yo creo que Dios me mandó para consuelo nuestro porque era tan pequeña que ya comprendía mi tristeza tenía año y medio de edad y me decía, madre no estés triste aquí estoy yo y señalaba con su dedito lo cual me hacía reflexionar que siendo tan pequeña supiera que yo estaba triste.
     Pasó el tiempo y un día mi hijo me dice que iba a participar en la Olimpiada del Conocimiento y tenía que presentar un número de música regional y tenía que ayudarlo en los ensayos y yo que ni siquiera música podía escuchar pero con las ganas de que mi hijo participara me puse a ensayar con él Parras Paila y con esta música empecé a poder escuchar música y por suerte mi hijo ganó el primer lugar en la Olimpiada del Conocimiento nivel zona 1995 – 1996.
     Ahora que veo el trofeo pienso que también es triunfo mío pues gracias a ese evento empecé a salir de mi depresión.
     Ha pasado el tiempo mis hijos están a punto de terminar una carrera dos de ellos y el otro ya trabaja como maestro y yo todavía estoy participando en la escuela de aquí del ejido por 2 niños que tengo que son mis sobrinos y que viven conmigo y mi esposo desde que eran pequeñitos y tengo la ilusión de verlos convertidos en gente de bien y cuando yo tenga         que rendir cuentas podré decir he cumplido.

ESTA ES MI HISTORIA 2


“ESTA ES MI HISTORIA”
     Nombre. Ana Laura.
     Nací: el 20 de octubre del año 1972 hija del Sr. Benito y la Sra. Antonia; de la localidad Talía, Coah.
     Fui bautizada en la Parroquia del Espíritu Santo en N. Laredo Tamps. El día 8 de junio del año 1974.
     Mi niñez fue bonita porque siempre tuve el cariño de mis padres estuvieron al pendiente de mí en la alimentación y cuando pasé por algunas enfermedades; mi padre trabajaba en el campo y cuidaba unas cabras.
     Mi mamá hacía quesos y los vendía en el tren que pasaba por el rancho de Monterrey a Durango para los gastos del hogar tenía 7 hermanos y yo era la más chica a la edad de 6 años fui inscrita en la escuela primaria Venustiano Carranza de lo localidad pasé mi niñez muy contenta porque en esos tiempos había muchos alumnos los niños del rancho y los niños hijos de los rieleros que trabajaban en la vía del ferrocarril. Éramos socios de la cooperativa escolar que había en la escuela se vendían dulces, etc.
     Nos repartíamos las ganancias para el día 10 de mayo para comprar el regalo e las madres o al terminar el ciclo escolar.
     Me la pasaba muy bien no era la mejor del grupo pero le echaba ganas. Terminé la primaria a los 12 años, pasé mi adolescencia en la comunidad sin tener ninguna oportunidad de seguir estudiando por falta de recursos económicos. Al cumplir 15 años me fui a trabajar como empleada doméstica a N. Laredo Tamps. Durante 5 meses. Regresé a la comunidad en donde había vivido todos esos años.
     A los 17 años me casé enamorada con Juan Alberto el cual es el padre de mis hijos.
     El día 13 de mayo de 1990 di a luz mi primera niña y de aquel entonces empezó mi madurez como madre. Luego el 15 de noviembre del año 1991 nació mi segunda hija; les daba de comer, los educaba y los cuidaba. Cuando tuvieron su edad de ir a preescolar empecé a convivir con mis compañeras y después en la primaria teniendo obligaciones que no eran nada fáciles pero lo logré de ayudarlos con sus tareas, asistir a las asambleas, foros educativos, fiestas conmemorativas.
     En el año 1999 fui beneficiaria del programa “Progresa” el cual trajo grandes beneficios para mí y mi familia como. Salud, alimentación y educación.
     El 23 de julio de 1999 nació la tercera niña trayendo una alegría de nuevo al hogar con ella conocí lo que es “educación inicial” el valorarme como mujer y ser respetada por mi pareja teniendo los mismos derechos sigo participando en el programa que ahora es “Oportunidades” mis 2 hijos así pudieron  terminar sus estudios hasta preparatoria.
     El 6 de enero del año 2004 falleció mi madre dejándome un hermoso recuerdo: el respeto a sí mismo y a los demás.
     El día 19 de agosto de 2007 nació mi cuarto hijo siendo 4 hijos en total: Imelda, Arely, Juan Alberto y Carlos Manuel.
     Yo sigo viviendo aquí en la localidad Talía, Coah.
     Queriéndolos, apoyándolos en sus estudios, escuchando sus opiniones, valorándolos y poniendo en práctica lo que yo he aprendido de los programas educativos y lo poco que he aprendido de la vida.
     Le doy gracias a Dios por la vida que me ha dado.

ASÍ RECUERDO MI VIDA


¡ASÍ RECUERDO MI VIDA!

          Mayela ; nací el  18 de octubre de 1977 signo zodiacal libra.
     En mi familia somos seis hermanos cinco mujeres y un hombre
     Mi hermana mayor se llama Blanca y tiene una niña que quiero mucho “Paloma” le sigue mi hermana Wendy, casada, con tres preciosas niña: Anahí, Vanesa, Alondra.
     Sigo yo, Mayela, casada, con dos niños: David y Roberto y mi esposo Roberto.
     Sigue, mi hermana Liliana, casada, con dos niños: Lupita que quiero como si fuera mi hija y que soy madrina, Jesús Eduardo un bebé hermoso que lo quiero mucho. Y la menor de mi familia: Yasmín, que tiene una niña alegre y querendona, Xóchitl Alejandra y lo más preciado de mi vida que adoro y quiero Mi Querida Madre: Carmen Sifuentes “Te adoro Madre”.
     Mi vida empieza como cualquier otra persona.
     Cuando nací, me cuenta mi madre que nací pesando 2.500 kg; sietemesina, la angustia de mi madre por creer que no iba a vivir. Ya que los doctores n o daban esperanza, pero la fe de mi madre era muy grande y gracias a Dios y a los cuidados de ella estoy aquí con salud.
     A los 4 años me bautizaron mi madrina se llama Ramona y Evaristo Ávila, que los recuerdo con mucho cariño.
     Entré al kínder, estuve 2 años era algo nuevo para mí, pero me quedan gratos recuerdos.
     Entré a la primaria, los primeros años estuve en la escuela Andrés S. Viesca y mi maestra de primero Cristina que hace unos años le dio clases a mi hijo David, gracias maestra por haber aprendido cosas nuevas para mí.
     El día que hice la primera comunión, estaba de lo más feliz, mi madrina María Aurora Chávez que me deseó lo mejor. Gracias Madrina.
     Salí e la primaria, entré a la secundaria Presidente Madero turno vespertino sección “J” estuve tres años con calificaciones de 8.0 una etapa muy bonita.
     Después estuve dos años en la academia “Rubén Moreira Cobos” me recibí de taquígrafo secretario.
Ese año fue muy duro porque ocurrió algo que no le deseo a nadie; la muerte de mi único hermano Gerardo que hoy en día duele su partida, que no se puede borrar aunque pasen los años. Descanse en paz.
     A los pocos mese conocí al amor de mi vida con el que duré unos meses de noviazgo y decidimos unir nuestras vidas y que hasta el día de hoy estamos juntos, te quiero Roberto.
     De ese amor nacieron dos niños: Roberto y David.
     Actualmente estoy en la cooperativa de la escuela Andrés S. Viesca, donde está mi hijo David Ismael. Ahí me acompaña la Sra. Karina del Rosario Velázquez Vázquez, con ella llevo una buena amistad.
     Karina es la tesorera de la escuela y yo soy vocal, nos gusta apoyar a nuestros hijos, acudimos a los llamados de los maestros. Me involucro en las tareas de mis hijos.
     Así a mis 33 años vivo la vida tranquila, agusto, rodeada de mi familia que todos los días me demuestra cariño y amor.
     “Así recuerdo mi vida”. Le doy gracias a Dios por todo lo que me ha dado”.
     “Gracias Dios”

ESTA ES MI HISTORIA


“ESTA ES MI HISTORIA”

Me llamo Maricela, nací el 15 de junio del 1973, en el ejido Talía, Mpio. De Parras, Coah. Lugar donde vivo.
     Mi niñez fue muy bonita, cada año me festejaban mi cumpleaños, y me compraban muchas cosas y juguetes y todo lo que yo quería.
     Tengo tres hermanos: Ángel, Jaime y Arnulfo que ya están casados, mis padres son Silvano y María Elena.
      A los 7 años entré a la primaria porque no había kínder, mi maestra fue María Guadalupe Rocha Gallegos del ejido La Fe, Mpio. De San Pedro de las Colonias Coah.
     En la primaria mi mejor amiga era Dora Elia de aquí de Talía, jugábamos en mi casa a los juguetes porque no me dejaban jugar en la calle.
     A los 13 años entré a la secundaria en Fco. I. Madero, Coah. Al cumplir mis 15 años, me hicieron una fiesta muy bonita, mis padres.
     A los 16 años entré a la preparatoria en Fco. I. Madero, Coah. Me venía los viernes a Talía en el tren porque allá me quedaba con mis tías hermanas de mi mamá.
     A los 18 años entré a una escuela de computación un año. A los 19 años entré a estudiar de Taquígrafo secretario y Contador Privado en Fco. I. Madero Coah. Y también me venía los viernes en el tren a Talía a ver a mis padres.
     A los 21 años entré a la escuela Dora Madero de Parras de la Fuente Coah. Para estudiar Maestra, pero no me gustó y enseguida entré a trabajar al Almacén de San Lorenzo, Mpio de Parras, Coah. de secretaria, me quedaba en Parras con una amiga y también me venía los viernes para Talía con mis padres.
     A los 25 años me casé con Juan Francisco Ramos Torres del ejido El Mimbre Mpio. de Parras, Coah. Y nos hicieron una muy bonita boda, en el ejido Talía el 14 de febrero día de los enamorados, vivíamos en Talía con mis padres.
     A los pocos meses nació Juanito, quien ahorita cursa el sexto grado con su maestro Pedro.
     Pasaron 6 años y nació mi segundo hijo Ángel Gabriel, quien ahora cursa el 3er. Grado de kínder, y seguimos viviendo en el ejido Talía con mis padres, hermanos e hijos y mi esposo, quien trabaja de jornalero.
     Vivimos muy felices y espero para mis hijos en un futuro que estudien y sean alguien en la vida para que sigan adelante.

Gracias:

Fin.